jueves, 25 de agosto de 2022

Una carrera muy loca y un huevo.

El el corral de la Oveja y su madeja, en esta ocasión no solo nos acercamos a los animales. También los limpiamos y les damos de comer. 

Que no todo va a ser jiji-jaja. Tener a los animales contentos significa trabajo diario para que el corral esté limpio y saneado. 

Barrer, echar agua para dejarlo todo perfecto, cambiar el agua del estanque de los patos, distribuir el serrín, cambiar el agua y llenar los comederos de alfalfa y grano. 

Como en Alicia no solo aparecen animales cotidianos como la oveja, el conejo o el pato, hoy inventamos animales imposibles. Nos acercamos así a el Grifo o la falsa Tortuga. 

Con imaginación, un pegamento y unas tijeras, hacemos un cuaderno de seres imposibles con nombres extravagantes.  

Y no solo aseamos el corral, también la casa de Humpty Dumpty donde las maravillosas gallinas nos regalan todos los días muy saludables huevos. 



Este personaje, también conocido como Zanco Panco, Tentetieso o Don Huevón crece a partir de un huevo que compra Alicia en la demencial tienda de la Oveja. Está sentado encima de una pared cercana y empieza a instruir sin sentido a Alicia en la gramática y la semántica. Al despedirse le dice a Alicia que no será capaz de reconocerla en otra ocasión ya que su cara es muy vulgar, demasiado parecida a las demás. 

Humpty Dumpty realmente es un personaje de una canción infantil inglesa que cantamos con los niños y niñas.

 

Humpty Dumpty sat on a wall,

Humpty Dumpty had a great fall.

All the king's horses and all the king's men

Couldn't put Humpty together again.​

Para acordarnos de este huevo tan famoso, hacemos una divertida manualidad. Con globos y arroz hacemos una pelota similar a la de malabares. 

La decoramos con otro globo mediado, un gorrito, unos bonitos ojos y unos elegantes botones. 

Por último contaros que estos días hemos corrido a lo loco, carreras cooperativas en las que nadie pierde y todos ganamos. Con música, sacos, globos y conos inventamos mil maneras de correr para secarnos, como la propuesta que hizo el Dodo a Alicia. 

- ¿Qué es una carrera loca? - preguntó Alicia, y no porque tuviera muchas ganas de averiguarlo, sino porque el Dodo había hecho una pausa, como esperando que alguien dijera algo, y nadie parecía dispuesto a decir nada.

- Bueno, la mejor manera de explicarlo es hacerlo. - Primero trazó una pista para la carrera, más o menos en círculo y después todo el grupo se fue colocando aquí y allá a lo largo de la pista. No hubo el "a la una, a las dos, a las tres, ya", sino que todos empezaron a correr cuando quisieron, de modo que no era fácil saber cuándo terminaba la carrera. Sin embargo, cuando llevaban corriendo más o menos media hora, el Dodo gritó súbitamente: ¡La carrera ha terminado!


Y todos se agruparon jadeantes a su alrededor, preguntando: ¿Pero quién ha ganado?


El Dodo no podía contestar a esta pregunta sin entregarse antes a largas cavilaciones, y estuvo largo rato reflexionando con un dedo apoyado en la frente, mientras los demás esperaban en silencio. Por fin el Dodo dijo: Todos hemos ganado, y todos tenemos que recibir un premio.


Aquí todos ganamos y merecemos un premio: compartir con alegría nuestras "aliciadas". 

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