El el corral de la Oveja y su madeja, en esta ocasión no solo nos acercamos a los animales. También los limpiamos y les damos de comer.
Que no todo va a ser jiji-jaja. Tener a los animales contentos significa trabajo diario para que el corral esté limpio y saneado.
Barrer, echar agua para dejarlo todo perfecto, cambiar el agua del estanque de los patos, distribuir el serrín, cambiar el agua y llenar los comederos de alfalfa y grano.
Como en Alicia no solo aparecen animales cotidianos como la oveja, el conejo o el pato, hoy inventamos animales imposibles. Nos acercamos así a el Grifo o la falsa Tortuga.
Con imaginación, un pegamento y unas tijeras, hacemos un cuaderno de seres imposibles con nombres extravagantes.
Y no solo aseamos el corral, también la casa de Humpty Dumpty donde las maravillosas gallinas nos regalan todos los días muy saludables huevos.
Humpty Dumpty realmente es un personaje de una canción infantil inglesa que cantamos con los niños y niñas.
Humpty Dumpty sat on a wall,
Humpty Dumpty had a great fall.
All the king's horses and all the king's men
Couldn't put Humpty together again.
Para acordarnos de este huevo tan famoso, hacemos una divertida manualidad. Con globos y arroz hacemos una pelota similar a la de malabares.
La decoramos con otro globo mediado, un gorrito, unos bonitos ojos y unos elegantes botones.
Por último contaros que estos días hemos corrido a lo loco, carreras cooperativas en las que nadie pierde y todos ganamos. Con música, sacos, globos y conos inventamos mil maneras de correr para secarnos, como la propuesta que hizo el Dodo a Alicia.
- ¿Qué es una carrera loca? - preguntó Alicia, y no porque tuviera muchas ganas de averiguarlo, sino porque el Dodo había hecho una pausa, como esperando que alguien dijera algo, y nadie parecía dispuesto a decir nada.
- Bueno, la mejor manera de explicarlo es hacerlo. - Primero trazó una pista para la carrera, más o menos en círculo y después todo el grupo se fue colocando aquí y allá a lo largo de la pista. No hubo el "a la una, a las dos, a las tres, ya", sino que todos empezaron a correr cuando quisieron, de modo que no era fácil saber cuándo terminaba la carrera. Sin embargo, cuando llevaban corriendo más o menos media hora, el Dodo gritó súbitamente: ¡La carrera ha terminado!
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