Bjorn en sus frecuentes viajes a Gran Bretaña, entre saqueo y saqueo, aprendió numerosos juegos que ahora nos enseña. Pero primero ahuyenta el calor con un buen manguerazo.
Los inicios del Criquet.
Un jugador lanza la pelota contra un tarugo de madera colocado tras el otro jugador que lo defiende con un bate.
Tiddlywinks. Con una cuchara debemos hacer saltar, como pulgas, piezas metálicas y meterlas en una taza de hidromiel colocada en el centro de la mesa.
Odín says.
Un jugador hace de Odín, dios de dioses. Como es propio de su cargo, va dando órdenes a los demás que deben cumplirse. Pero solo se pueden hacer si se dice “Odín says” antes de la acción.
British Bulldog.
Un jugador hace de bulldog, un perrazo británico. Se coloca en pie en medio del área de juego, los demás están en sus extremos. El objetivo es moverse de un extremo a otro, evitando ser atrapado por el bulldog. Los atrapados se convierten en british buldogs.
Rock-paper-scissor.
Un clásico que jugamos dominando la pronunciación.
Black o Red.
Colocamos una baraja de cartas de poker boca abajo. El que va a sacar carta dice black o red. Si acierta se salva, de lo contrario recibe un terrible y refrescante castigo.
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