Al comenzar la mañana del último día en Kattevegat, hemos convocado con una melodía ritual a Eutirox, el chaman vikingo que sobrevivió a dos decapitaciones.
Nos dice que la tormenta de ayer es un regalo de Odín, que los rayos y truenos nacidos en el martillo de Thor son el reconocimiento de nuestro aprendizaje como Ecovikingos.
Nos invita a pasar por grupos a la sala de los escudos donde nos impondrá unos oleos.Está elaborado con el hidrogel de Freyris, el barro de Freda, sal marina de Bjorn el navegante, los acertijos de Loky y el fuego de dragón de Sigur. Todo mezclado en la mejor olla de Olaf, al tiempo que Lagertha recita una de sus leyendas.
En la noble sala, tras decir nuestro nombre nos marca la piel con este ungüento y nos convierte en ecovikingos.
Tras esta ilustre visita seguimos nuestros quehaceres, celebramos el gran banquete y nos hacemos una chapa con nuestro personaje preferido. Durante toda la mañana el chamán se asoma a nuestras sonrisas. Una mezcla de sorpresa, fascinación, miedo y risas nos ha dejado algo trastornados.
Y Julia y Emi han regalado a todos los amigos y amigas del grupo de Los Gul una magnífica pulsera artesanal. Sois geniales.
Mil gracias a las familias por las viandas que habéis preparado y por ser cómplices de nuestras ensoñaciones.
Y agradecemos a Marina de corazón toda la ayuda que nos ha prestado en Kattevegat durante estos días. Que los vientos te sean favorables y el símbolo fraternal Valnut guíe tus actos.
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