Tras el almuerzo y el ratito de tiempo libre, en estos días la arena de playa es la protagonista.
Ese espacio en el que no hay actividades dirigidas, los marineros y marineras lo aprovechan de formas muy diversas. Es imprescindible incluirlo dentro del diseño, aunque el tiempo que se emplea en esta actividad debe ser limitado para evitar imprevistos y para poder desarrollar con tranquilidad la propuesta de talleres.
En el submarino, en la morera, en el entorno del maizal, mirando algún libro, haciendo alguna trastada o jugando en algún rincón fresquito. Es el tiempo de todo esto y más. Y no se nos puede olvidar el detallazo de Valle que ha traído una galleta de jengibre en forma de corazón cada capitán y capitana. Mil gracias.
En las actividades posteriores la arena de playa ha sido la protagonista.
En "El Ritmo de la Marea" realizamos papel reciclado a partir de los papeles donde apuntamos nuestros deseos. Los echamos en agua con sal, lo trituramos bien y añadimos cola blanca. Se convertirán en marcapáginas.
Luego con el bastidor damos forma a la pasta de papel donde habitan nuestros sueños. Añadimos un poco de arena. Lo pasamos a las bayetas y los dejamos secar. En los próximos días lo terminaremos.
Mientras por parejas elaboran el marcapáginas, el resto de los tripulantes juegas a dibujar en la arena. Se proponen varios juegos: adivina que estoy dibujando, dibujos cooperativos, tres en raya, etc.
Y finalmente dibujamos en la arena sobre un retroproyector. Las imágenes que definen se proyectan sobre una sábana blanca. Les encanta y es un buen recurso para trabajar la lateralidad.
"Arte a mares" tiene como resultado una auténtica obra de arte. Su elaboración es muy sencilla y el resultado lleno de encanto. Usamos una hoja de papel adhesivo. La lámina que recubre la cara con el pegamento se va levantando, se fracciona y se vuelve a pegar en su lugar.
Disponemos de distintos tipos de arenas. Se van quitando porciones del papel fraccionado y se añaden las arenas sobre el adhesivo. El resultado es bien bonito. Para consolidarlo más, al final añadimos laca del pelo.
Aprovechamos para comentar el gran problema de los microplásticos, un peligro para el medio ambiente que va aumentando en nuestros mares y océanos de manera vertiginosa.
Por último, en "El Rincón del Pirata" también manipulamos la arena. Con un trozo de tela, un palo de brocheta, un corcho, una pinza, trapillo y una cazoleta de bambú, realizamos una barquita y su tripulante, un pirata convertido en náufrago.
Y hacemos una pequeña isla con cola y arena. Hacemos la mezcla y la colocamos en una latilla que posteriormente desmoldaremos.
La arena que forma las playas es una mezcla de rocas, conchas de moluscos y restos de coral. El viento y los ríos arrastran esos materiales hasta el mar y este con las mareas va llevando poco a poco, en un proceso que dura cientos de miles o millones de años, esos restos hacia el continente. Es un ejemplo de constancia, esfuerzo, paciencia, mestizaje y trabajo en equipo.
Como somos un equipo diverso de pacientes y constantes grumetillos, al final les hacemos un tatuaje pirata.
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