Tierra a la vista, Mar a Fondo y Juegos de la Marinería.

Toda tripulación decente debe organizarse antes de partir. Y eso es lo que Las gaviotas, Los Tiburones y Los Delfines hacemos en las asambleas matinales. En ellas, además, leemos y vemos los trabajos de las libretas viajeras: "Las Aventuras de Simbad", "Los Monstruos Marinos del Capitán Nemo" y "Los Mares de Odiseo".

Pero realmente en Aquatika lo primero que hacemos es activarnos danzando la Ola Marina. Os la mostramos en este video:

Iniciamos las actividades. Cada tripulación realiza una diferente.

Hoy "Los Tiburones" participan en "Tierra a la vista" donde aprendemos de los animales y de la huerta de Popeye. 

Nos dedicamos a las calabazas. Primero abonamos y humedecemos la zona se siembra. Luego colocamos las semillas de distintos tipos de calabazas que hemos dejado en remojo un día. También recogemos patatas que envasamos en bolsas de papel debidamente etiquetadas. 

Y colocamos nuestro careto aterrorizado en el interior de la boca del tiburón. 

Un rato se lo dedicamos a conocer a los animales del corral y a darles de comer. Aprendemos curiosidades de la cabra, los patos, los conejos y las gallinas. 

"Los Delfines" realizaron juegos de la marineria, en esta ocasión de puntería, cualidad imprescindible para cualquier navegante habilidoso. 

Lanzamos ondas a los barreños, atinamos las argollas de cuerda y derribamos botes con los tirachinas, las pelotas y los arcos. 

Y "Las Gaviotas" participan en el taller de creatividad "El Mar a Fondo". Realizan una manualidad que refleja los fondos marinos de nuestras costas donde los peces pastan en las praderas de posidonia. Estos fondeos debemos cuidarlos ya que atesoran una gran biodiversidad y juegan un papel fundamental en los ecosistemas marinos mediterráneos. 

Queda muy bonito y parte de la decoración la hacemos con las arenas y conchas que han traído los niños y niñas. 

Y así llegamos a la merienda y el ratito de tiempo libre donde la marinería juega a su aire, se sube a nuestro moral a zampar moras (ya sabéis de donde proceden esas manchas imposibles de la ropa de vuestros piratillas) o imaginan mil aventuras en nuestra anciana furgoneta tuneada como un submarino. 

Incluso algunos suben a nuestra biblioteca y se bajan algún cuento; en este caso un tintín donde aparece el marinero más refunfuñón, el capitán Haddok.

En las próxima jornada os narraremos que ocurre cuando hemos llenado nuestras tripas. Ho, Ho, Ho...