jueves, 6 de agosto de 2020

Los polos de Olaf

Cuentan que los inventores de los polos de hielo fueron los chinos sobre el año 4.000 a C., donde en el palacio imperial se almacenaban cientos de barras de hielo que se iban troceando según las necesidades del momento.


Otros dicen que el creador de los polos modernos fue Frank Epperson, un niño de once años de San Francisco que inventó estos polos de hielo por pura casualidad en 1905. Olvido en el patio un cubo con una mezcla de agua, azúcar y esencia de cola, con el palo de remover dentro. A la mañana siguiente, cuando despertó y volvió al patio, el cubo se había congelado y el primer polo de hielo de la civilización estaba ante sus ojos.
Pero Olaf sabe que los vikingos ya sabían lo que era el zumo de frutas congelado, que allí hacía mucho frío. Aunque nunca les había apetecido zamparse tal cosa.

En estas tierras más cálidas, Olaf nos enseña su receta del polo vikingo. 


Ingredientes para 6 polos:

1 rodaja de melón, la fruta que quieras, 1 cucharada de miel, 125 ml de leche y 1 yogur natural


Elaboración: 

Retira la piel y las pepitas al melón, pícalo y reserva. Introduce el yogur en el vaso batidor, añade la leche, la fruta (nosotros emplearemos frutos rojos congelados), la miel y tritura. Coloca en un vaso el palo del polo al que has pinchado varios círculos de melón. 
Vierte el líquido en el vaso e introdúcelo en el congelador durante cuatro horas aproximadamente, hasta que se hagan los polos.

Además dibujamos con hielos hechos con agua y tinte alimentario. 


Mientra lo hacemos, Olaf nos cuenta que los mundos de la mitología nórdica surgieron de la unión del frío del mundo de Nifelheim y del fuego de Muspelheim. Niflheim es el hogar de la niebla, el frió reino de la oscuridad y de las tinieblas, en él habita el dragón Níðhöggr que devora sin cesar las raíces del árbol de la vida. 


Ya endulzaremos la nuestra con los deliciosos polos que nos esperan en la nevera. 

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