Responsabilidad es el cumplimiento de nuestras obligaciones, el cuidado al tomar decisiones para conseguir los fines que pretendemos. Ante los retos que van apareciendo, debemos actuar de este modo, pensando en nosotros y sobre todo en los que nos rodean.
En Kattevegat los ecovikingos y ecovikingas conocemos perfectamente el significado de esta palabra donde reposan nuestros derechos y obligaciones. Por eso, desde el primer día, aplicamos con alegría una serie de tareas laboriosas pero que reconocemos como imprescindibles.
Al llegar tomamos la temperatura y nos limpiamos a conciencia las suelas de las zapatillas en un felpudo con desinfectante.
Nos quitamos las mascarillas que llevamos de casa y nos ponemos las que usamos en Kattevegat.
Cuando nos sentamos en la asamblea, usamos el gel hidroalcoholico que hacemos en la propia aldea. Lo aplicaremos a nuestras manos tantas veces como sea necesario.
Y nos lavamos a conciencia las manos cuatro veces a lo largo de la jornada. Lo hacemos con mucho jabón, ritmo y optimismo.
Durante las actividades mantenemos nuestros grupos burbuja de diez vikingos y vikingas e intentamos estar todo el tiempo posible al aire libre. Cuando no podemos mantener la distancia apropiada, llevamos las mascarillas puestas.
Al final de la jornada, cada uno de nosotros lava su mascarilla y las tendemos al sol para que estén listas para el próximo día. Y colaboramos en dejarlo todo ordenado y limpio.
Y por Odín que, haciendo las cosas así, no tenemos la menor duda que todo saldrá bien.
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