El Pez-sajero, el croquet y agua espumosa.

Prometimos empezar la semana con jarana y es lo que hemos hecho. 

Pero como somos educados, lo primero presentar a nuestros nuevos locuelos y locuelas: África, Marta, Lucas y Vega, que hoy está de invitada especial. 

En cuanto leemos los sueños de las Libretas del Espejo, aparece el Pez-sajero Real, un lacayo un tanto besugo de la Reina de Corazones. 

De un modo muy inesperado, nos invita a jugar al croquet. En gran parte de su discurso aparece el vocablo "pera", inventando nuevos términos y realizando juegos de palabras. Está claro que ha salido del imaginario de Lewis Carroll. Nos dice: 

Su majestad la Reina tiene el honor de invitaros a un torneo de croquet. En este juego debeis golperar perotas pera que pasen por arcos colocados en el suelo. Necesita de mucha concentraperación, peraciencia y peracisión. Lo puede jugar cualquier perasona sin importar si es pera o pero. Es imperativo de este juego la educaperación y la corteperasía. Es un juego antiguo peracticado ya por perasonas imperatantes de Laguedoc en el siglo XII. 

Y si mi discurso es la pera es por que las letras de alicia colgadas están en el peral. El peraturbado del Caballero Blanco las colgó allí por motivado por su desequilibrio tonto-pera. No se a que esperáis porque no hay esperanza si el sol  las desespera. Con peraicia y sin peraturbaros unos a otros debéis desesperarlas antes que el  astro rey las perajudique. 

Si conseguís la puntuación adecuada sin hiperactividad y os lleváis el pez al agua podreis recuperar las letras de la palabra Alicia. Me voy que me estoy quedando escamado y seco y la Reina me espera. 

Cuando se marcha jugamos al croquet en muchas de sus modalidades. Realizamos circuitos, pasamos la bola por varios aros a la vez o intentamos atinar con una bola otras que están en el terreno de juego. 

Y nos hacemos un recuerdo de este torneo veguero de croquet. 

Y tras la merienda, envidiosos del pez que hizo de mensajero, nos damos un buen remojón en agua y espuma. 

Jugamos con el agua de los barreños, hacemos carreras locas con esponjas, mochos de fregona y botellas meonas y disfrutamos de la pista deslizante.

Y como no, la mágica espuma de nuestro cañón. 

Y como lo hacemos todo genial, conseguimos bajar las letras de Alicia del peral antes de que el astro rey las perajudique. 

Pero no son estas letras lo único que tenemos que bajar de los árboles. 

¡Larga vida al Pez-sajero!