Tras el lunes loco de ayer, retomamos la dinámica de la rotación de actividades.
Pero antes contaros que celebramos el cumple de Cristina y el nó cumpleaños de todas y todos los demás. Mil gracias por los caramelitos que nos trajo de regalo, sugus de frutas. Como son de frutas en el mundo de alicia no cuentan como chucherías. Las palmeras de chocolate también son vegetales.
Seguís aportando tazas a nuestro peral de la merienda del Sombrerero Loco, lo cual nos encanta.
Y también contaros que, después de muchas paciencias, hemos conseguido acariciar a el mini Gato de Chesire. Aunque, según nos han dicho, se llama Newton (su dueño es Manual, un futuro físico y ya se sabe que son muy aficionados a los gatos, si no que se lo pregunten al que esta vivo y muerto simultáneamente dentro de la caja del físico austriaco-irlandés Erwin Schrödinger).
Una de las actividades que hacemos antes de la merienda es la visita a nuestra Huerta de las Flores Vivas. Hoy estuvimos haciendo una recolección muy curiosa, los estambres del cártamo.
El cártamo es una planta que se ha empleado para dar color a la comida y a la ropa. Se ha utilizado ya en el antiguo Egipto, cultura a la que nuestro amigo Lope parece ser muy aficionado. Se conoce también como el falso azafrán. Es una planta, por lo tanto, muy adecuada para el Jardín de las Flores Vivas de Alicia.
Plantamos coles y brécoles con cuidado y un poco de humus de lombriz.
Alicia se quejaba, en esa cocina de locos, que la sopa tenía mucha pimienta mientras estornudaba y escuchaba los llantos de desconsuelo de ese bebé que se convertiría en cerdo.
Por último, en homenaje a nuestro amigo el sombrerero, y para diferenciar entre plantar y sembrar, hacemos unos sombreros muy originales en los que sembramos rábanos. Y es que nos importa un rábano que piensen que estamos como una chota.
El tiesto lleva el cartelito con el diez y el seis, el precio del sombrero, 10 chelines y 6 peniques.
Tras la merienda y ya notando el calor en nuestras mentes (en ocasiones las temperaturas altas nos convierte en esas moscas que vuelan sin saber a dónde van ni de dónde vienen), uno de los talleres que hicimos fue la elaboración de un pájaro con un actimel, cubiertos y platos reutilizados.
Si os preguntáis qué tiene que ver con Alicia, pues os invitamos a leer el capítulo nueve de "A través del espejo", Alicia Reina. Al final del discurso que no llegará a pronunciar, y agobiada por todo lo que está ocurriendo, tira del mantel con todas sus fuerzas antes de agarrar y darle un meneo a la reina roja.
Las botellas se habían colocado platos a modo de alas y un par de tenedores como patas y volaban en todas direcciones. Esperamos haberos sacado de dudas... o tal vez no, como en la paradoja de la superposición cuántica. Y es que la física teórica y el mundo de Alicia son uña y carne.
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