viernes, 8 de julio de 2022

La Baraja de Wonderland.

Llegamos al final de la primera semana. Comenzamos esta divertida jornada en las asambleas, escuchando los sueños de las Libretas del Espejo y recogiendo algunos objetos para el Baúl de Alicia. 

 

Luego, entre todos y todas preparamos un rico polo de limón. Los exprimimos y le añadimos agua fría y azúcar moreno. 

Nos detenemos un momento para hablar de la Morsa y el Carpintero del poema que recita Tweedledum y Tweedledee en "A través del Espejo y lo que Alicia encontró allí". Pero nuestra morsa está triste por que en el mar están desapareciendo las ostras y muchos otros de sus habitantes. El cambio climático lo está poniendo todo patas arriba y los polos (como el que nos vamos a comer al final de la mañana) se están derritiendo. 

Es nuestra interpretación del poema. Hay muchas otras (una crítica al capitalismo, a la religión y la falsa bondad,...), pero realmente parece que Carroll no pretendía nada de esto. Un buen libro debe significar mucho más que lo que el escritor pretendía. 

Y aparece el Sombrerero Loco. Anda un poco confundido por que en su cabeza parecen estar discutiendo los conejos gallina que trajeron Lola y Nacho. 

Nos trae las barajas de Wonderland y nos invita a jugar con ellas. Además nos da la enhorabuena por superar con éxito la primera semana de extravagantes locuras. 

Nos ponemos a jugar a las cartas. Pasamos por tres estaciones. En una de ellas hacemos puntería para derribar los naipes o para pasar las pelotas por debajo de ellas. En la última de esta serie de fotos se ve la bola que luego impactaría en el fotógrafo (este es un oficio de riesgo).

En la segunda jugamos a adivinar con mímica las ilustraciones que aparecen en las cartas. 

Y luego a el lanzamiento de cartas ¿Quien es capaz de propulsarla más lejos con estilo, técnica y belleza?

Y en la tercera estación movemos la baraja de sitio a través de cadenas humanas y puentes de cartas. Muy divertido. 

Y tras la merienda, a ponerse el bañador y a remojarse que hace mucho calorcito. Jugamos a lanzarnos agua desde los barreños y luego... ¡El cañón de espuma!

Terminamos la jornada secándonos no haciendo carreras locas sino tomando el sol y tomándonos el polo que, realmente es granizada. Sano y fresquito. 

Nos despedimos como es preceptivo en la Vega de las Maravillas y a otra cosa mariposa. El lunes más. 

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