Los animales, el tragabolas de Don Huevón y bébeme.

Esta mañana nos a acompañado Noa, la sobrina de Elena; estamos seguros que ha disfrutado mucho en medio de esta pandilla de locos y locas. 

Como los animales de Alicia forman parte de esta pandilla, todos los días dedicamos un rato a cuidarlos y darles de comer, mientras otros trabajan en la huerta (hoy plantamos escarolas y lechugas de verano)

Cojemos las escobas, los recogedores, la manguera y el serrín y les dejamos su casa muy limpia. Y le pegamos una buena ducha a nuestra oveja Catalina.

Y como pasamos por el gallinero, nos acordamos de Humpty Dumpty. 

Cuando dejamos listo el corral, jugamos al tragabolas de Don Huevón, modo como tradujeron al español el nombre de Humpty Dumpty. Este personaje tiene una larga conversación con Alicia llena de adivinanzas y juegos de palabras. Y es quien la convence de que es mucho más rentable celebrar el cumpledías que el cumpleaños. 

Y tras la merienda y el ratito de tiempo libre, uno de los talleres más esperado es el del colgante de la botellita con el cartel Drink Me.

Lo hacemos con un botecito de purpurina de vidrio y un cordel de colores con algunas cuentas. Y como estamos en el mundo de Alicia, hay quien las llama "cuencas" y quien denomina "ferlas" a las perlas.  

Alicia encuentra un botecito con el cartel de bébeme; como no pone veneno al lado, se lo bebe y encoge. 

Tenía un gusto muy agradable (sabía un poco a tarta de fresa, a flan, a piña, a pavo relleno, caramelo y tostadas con mantequilla), así que no tardó mucho en beberse el frasco entero.  ¡Qué emoción tan extraña! - exclamó Alicia - ¡Siento como si me plegara igual que si fuera un catalejo!

Y como el sabor era tan complejo, hacemos una cata a ciegas de los sabores de los polo flash, como si fueran el contenido del frasquito del cuento. Había que adivinar, sin ver el color, si el sabor era fresa, limón, naranja o coca cola. Y no es tan sencillo como podéis suponer. 

Fuera el sabor que fuera, incluso haciendo mezclas entre ellos, ninguno menguó plegándose como un catalejo, ninguna se esfumó como una vela cuando se termina la cera.