lunes, 11 de julio de 2022

Las Divinas Danzas

El viernes terminamos arriba y el lunes no ha sido menos. 

Hoy recibimos a tres locuelos y locuelas nuevos: Marina, Lope y Maya. Y nos visita un bonito Conejo Blanco que algo tendrá que ver en lo que ocurrirá a continuación. 

Tras leer las Libretas del Espejo que van viajando a vuestras casas, apareció un lacayo de la Reina de Corazones, un pez-sajero real. Y nos dijo algo así: 

Su majestad la reina tiene el honor de invitaros a un partido de croquet. Pero antes deberéis recuperar las letras de la palabra Alicia. Robadas no están, pero en su sitio tampoco. Si me preguntáis quién se las llevó os diré que yo no pienso ayudaros. soy solo el pez-sajero y no os exagero. Solo os diré que estoy seco y voy el primero, no soy el  que va calao ni el  del  fin. 

Soy una pesadilla que no se puede morder la cola, pero si la lengua y no diré nada más. Pero si diré menos. Si me preguntáis dónde encontrarlas os diré que lo que deberíais preguntaros es si deberíais buscarlas. empecemos por ahí. Lo que si tenéis que encontrar son las soluciones a estas tres divinas danzas. 

Y si las divina danzais a lo mejor podéis empezar a avanzar divinamente. Me he quedado pez y espero que no mordáis el anzuelo. Os dejo las divinas danzas que se bailan con la mente divina mente. Me voy que me estoy quedando escamado y seco. 

Y tras marcharse haciendo una curiosa danza, no afanamos en descifrar las tres adivinanzas nombradas por el pez lacayo como "divinas danzas". Las soluciones eran: agua, maíz y pozo.

Y siguiendo estas pistas, nos dirigimos pasando sobre la acequia y atravesando los maizales, hasta el célebre pozo de Santa Clara. 

Y allí encontramos las letras de la palabra Alicia colgadas de un granado. Y en la base, el conejo blanco y una cajita antigua. 

Tras moverse el maíz, apareció el Sombrerero Loco. Al parecer nos había llevado hasta allí para contarnos la historia de como el Conejo Blanco encontró su reloj y cual fue su relación con la antipática reina de Corazones. "¿Como sale un gato de un pozo?"

Tras el cuento del esforzado conejo, el Sombrerero salió corriendo tras subirse a un castaño cortado. Su tocón se ha convertido en el reloj de su pasado. Cuenta sus años de vida. Relojes y más relojes. Tic, tac. 

Al regresar con las letras en nuestro poder y una nueva historia en la cabeza, nos lavamos las manos y merendamos. 

Y luego, para aliviar el calor, un magnífico manguerazo. Pasamos por la pista deslizante cuya espuma la aporta nuestro cañón. Nos propulsamos por su superficie como la lagartija Bill por la chimenea. 

Y realizamos carreras pasadas por agua para secarnos. Otra rareza. Con esponjas, mochos de fregona (sin usar, que no cunda el pánico), vasos y botellas agujereadas. 

Por último, nos remojamos arrojándonos de distintos modos el agua de los barreños. 

Y así termina este día, mojados. ¿Como se saca un gato de un pozo? Mojado. 



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