Una vez finalizada la asamblea matinal, recibimos a Aceitina, el contenedor naranja en el que debemos echar el aceite doméstico usado.
La verdad es que según nos dijo, tanto aceite en su interior provoca un cierto patinaje neuronal y se le olvida incluso quien es.
Cuando fue capaz de centrarse, al encontrar un lazo morado en el suelo se le vino a la cabeza un cuento: "El hijo del sultán y el lazo rojo". Y nos lo contó. Aprendimos que lo importante no es tener mucho, sino no perder la ilusión por las cosas.
Cuando se fue, y para que no nos pase lo que le ocurre a Aceitina, realizamos una actividad que nos puede servir para practicar la memoria. Hicimos un "memori econauta" que nos servirá para acordarnos de los siete personajes de la Liga Biocity.
Y tras la merienda, la fiesta del agua. Jugamos a las carreras locas de trasvase de agua, con la pista deslizante, con el juego del abordaje y, como no, con el deseado cañón de espuma.
Que disfrutéis de un fin de semana genial.
Muchas gracias !!! Sois geniales!!!
ResponderEliminarExcelente lección de una didáctica activa, desafiante e innovadora.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!.
Muchas gracias por vuestros comentarios. Nos animan a seguir mejorando.
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